Blogia
=;) G a B r I e L a

ROBERT CAPA

ROBERT  CAPA

Robert Capa

Según cuenta Richard Whelan, biógrafo de Capa, en el libro Capa: cara a cara. Fotografías de Robert Capa sobre la Guerra Civil española, la polémica nace en los años setenta a partir de una serie de declaraciones contradictorias del periodista británico O’Down Gallagher. Según este hombre, él y Capa compartían habitación en un hotel en la frontera entre España y Francia en la fecha de las imágenes de Cerro Muriano. Gallagher le contó a un escritor que Capa y otros fotógrafos se quejaban de la inactividad del frente (que sitúa próximo a San Sebastián), así que un oficial franquista les dijo que un destacamento haría maniobras en la zona de las trincheras para que pudieran hacer fotografías. Pero ni los hombres de Cerro Muriano pertenecían al bando sublevado ni Capa tuvo contacto con las tropas de Franco (era judío y de izquierdas).


En los archivos sólo figura una baja del destacamento alcoyano situado en Cerro Muriano aquel 5 de septiembre de 1936: Federico Borrell García, el miliciano de Capa. La identidad fue, además, confirmada por su hermano, quien también estuvo en el frente de Córdoba aunque no presenció la muerte de Federico. Si os fijáis en la siguiente fotografía, aparecen los dos milicianos de las polémicas imágenes (Borrell es el primero por la izquierda, y el tercero es el otro miliciano).

Quienes dudan de la autenticidad de la fotografía aducen que no hubo movimiento aquel día en Cerro Muriano, que la fotografía del miliciano está demasiado bien hecha como para que fuese realizada de manera espontánea durante un combate, y que hay dos imágenes de dos hombres distintos tomadas en el mismo sitio y a la misma hora (según las sombras y las nubes).

Para empezar, yo dudo que alguien, en plena guerra y en un tiempo lleno de supersticiones, se atreviera a fingir su propia muerte para que un tipo lo fotografiara. Y lo de que haya dos fotografías del mismo sitio con cuerpos distintos, Richard Whelan explica que el primero en ser disparado fue Borrell y que cayó al suelo unos metros más adelante, fuera del campo visual de Capa, mientras que el otro joven se derrumbó frente al fotógrafo. Por otro lado, los registros de bajas recogen el fallecimiento de Borrell el 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano.
Yo prefiero pensar que la fotografía es real y no producto de un montaje. Para terminar este texto me quedo con lo dicho por Robert Capa en 1937 sobre la autenticidad de la «Muerte de un miliciano»: «No hace falta servirse de trucos para sacar fotos en España. No hay que colocar la cámara (es decir, no hay que colocar a los objetos). Las fotos están ahí, y basta con sacarlas. La verdad es la mejor imagen, la mejor propaganda».

2 comentarios

gabriela -

la forma en la que hace los autoretratos se me hacen muy bueno y con mucha imaginacion de su parte y que realmente es algo de mucho importancia y que lo aga y lo aga tan bien y como manifesta para que mas mujeres sigan y den mas...

gabriela -

la forma en la que hace los autoretratos se me hacen muy bueno y con mucha imaginacion de su parte y que realmente es akgo de mucho importancia y que lo aga y lo aga tan bien y como manifesta para que mas mujeres sigan y den mas...