Las cámaras fotográficas poseen entre sus lentes un orificio de diámetro regulable a través de otro anillo alrededor del cuerpo de la lente. Cuando modificamos el diámetro de ese orificio, permitimos que pase más o menos luz. Luego, además, podremos medir con el obturador cuánto tiempo queremos que ese orificio permanezca abierto, es decir, por cuánto tiempo deseamos que pase luz hacia la película o que incida en el sensor de imagen digital.
De manera inversa a lo que podríamos esperar, a los diafragmas (orificios) pequeños se les asigna un número grande, y a los diafragmas grandes un número pequeño. Este número va precedido por la letra f minúscula. Los números más tipicos van desde 2; 2.8; 4; 5,6; 8; 11; hasta 16; donde el 2 indica la mayor apertura de diafragma (el orificio se abre al máximo) y 16, la menor apertura (para mucha menos luz). Así queda la cosa:
- A mayor apertura, menor número “f/”
- A menor apertura, mayor número “f/”
El control de tamaño de la apertura de la lente se puede realizar manualmente o con el sistema automático de la cámara, definiendo un número f/. Modificando este número f/, se incrementará o reducirá el tamaño de la apertura de la lente.
Si queremos conseguir una buena exposición con una apertura pequeña, tendremos que incrementar el tiempo que permanece abierto el obturador para dejar entrar luz a la cámara. La mayoría de las cámaras ajustan automáticamente la velocidad de obturación cuando están en un modo de programa o semiautomático. Si tomamos fotos en modo manual o con una cámara manual, podemos establecer una velocidad de obturación más prolongada con una ruedecilla situada en la cámara o un menú electrónico.
Cambiar la apertura es sencillo. En las cámaras con control total, la apertura se puede modificar con el anillo de apertura f/ o con una ruedecilla que lleva incorporada la cámara y que permite seleccionar el número f/.
Muy pocas cámaras compactas disponen de un control que permita seleccionar un número f/. En ellas, la cámara selecciona automáticamente una apertura en función de la luz disponible y el modo, como programa horizontal o vertical.
Con cámaras manuales y con control total, se puede elegir entre varias aperturas. Primero se selecciona un número f (apertura) y después se define la velocidad de obturación correcta para conseguir una buena exposición. El fotómetro de la cámara proporciona una señal en el visor que indica cuándo se ha definido la velocidad de obturación correcta.
En modos automáticos el usuario selecciona el número f/ (apertura) y la cámara define la velocidad de obturación para obtener la exposición correcta.